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La palabra dormida
deja los pies descalzos
metidos en el fango
y el hambre por escrutarla
permanece inmune al tiempo.
Socava las entrañas
y paraliza las manos
que desde el teclado vierten
la sabia de las generaciones caídas.
Se arraiga al temporal
solitario en alta mar.
Da sostén a la lengua incolora
agazapada entre la maleza.
La palabra dormida
irriga a destiempo la garganta
e invoca el garrotazo en la espalda.
Silencia la voz que trasciende los tiempos.
Traga el verbo
que combate la sordera
lo digiere y lo devuelve al olvido
acorazado y poblado de la mudez impuesta.
Y lo trasmuta en proyectil
dirigido a los huesos de quién le da vida.
La palabra dormida
rota y acorralada
desprovista del sustento del otro
acuchillada por la espera
y estrangulada por el miedo
culpa a los vientos del norte
por su espantosa vorágine
y forcejea por salir del encierro.
La palabra dormida
obliga a caminar a destiempo
a tragar basura en la calle
a descifrar el gesto huidizo y castrante
en la mirada ajena
a recoger los bártulos y acogerse al destierro.
La palabra dormida
rompe los huesos con su garrote
nutre la dejadez y aborrece.
Carece de piel y muestra sus equívocos.
Retuerce el cuello que se levanta
al desvalido abandona.
Encadena el espectro que la posee
endurece el corazón asediado
arma la cintura
y devora la sangre en la frente.
Surge del viaje a la médula ósea
y extrae de ese lar
su fragilidad y su torpeza.
Mata el ave inmersa en cada letra.
La palabra dormida
enreda los pies con la frase del enemigo
vive en un rincón olvidada
atraviesa los bosques infectados
de criaturas sin vida terrenal.
Se asoma a las ventanas prohibidas
por la historia y se desnutre
mientras el tiempo avanza.
Anula el viaje a la sangre
del habitante terrenal
que viaja al trasmundo.
La palabra dormida
la engendra quien nace muerto
y la condena al ostracismo.
Acorralada por el desdén
se desangra en tierra de nadie.
Es el verso encadenado al papel amarillento
y escondido bajo llave.
Es frase a golpes de pecho
que se gotea del árbol prohibido.
Es la oración amordazada
el párrafo indescifrable
y la vivencia curtida en el vacío.
Emerge del olvido
si la ciencia la socorre y exorciza
si recibe el visto bueno de quienes la dictan
y si encuentra estómagos con el poder de digerirla.
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Texto agregado el 29-09-2009, y leído por 603
visitantes. (25 votos)
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Lectores Opinan |
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20-11-2012 |
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Vuelvo a leer este poema, impresionante, la palabra debe liberarse para no seguir amordazados eternamente, para que las energías estancadas puedan volver a cicrcular libremente. loretopaz |
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17-11-2012 |
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La palabra como medio de comunicación, debemos utilizarla, ya sea escrita u oral. Si la dejamos dormina, olvidada, callada, oculta, No podemos expresar nuestros sentimientos y el hombre se mueve por sentimientos y amor. Buen poema. Invita a la reflexión.
*******Saludos. pithusa |
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09-09-2012 |
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La palabra dormida,
transmuta en otras ; quiere decir que se levanta y pone sus conceptuales, hechos y rebeldes por los caminos,,
mis cinco Pentagramas_5_ Juan_Poeta |
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15-06-2012 |
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Bello poema con imágenes ESPECTACULARES. ***** girouette |
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04-07-2011 |
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Si la palabra se duerme, no hay comnicación, el silencio se apodera del lugar, el eco no se escucha, el viento se detiene, el alma está muerta, el cuerpo se desaliña, la felicidad se ausenta, todo queda sordo, el mundo está mudo. tu poema es bello da mucho en que pensar, tendriamos que analizarlo detenidamente. felicitacioones.***** rebaguz |
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