Tristeza Capicúa

Renovados bríos
tiene mi tristeza
vuelve cabalgando en un corcel azul
arrasando todo,
orgullosa, enhiesta,
convirtiendo en sombras todo lo que es luz.

Vuelve y me acobarda,
me arrincona toda,
me ha encontrado
sola
en esta tarde
amarga.

La escoltó el silencio de un corazón
triste
junto al desespero de un alma
afligida
y blandiendo muchas lágrimas en ristre
acomete ufana en gran embestida.

Camino, me escondo,
rehúyo su presencia
-vano esfuerzo el mío, ya he tocado fondo-
y hoy es victoriosa contrincante, altiva,
que en un solo soplo
quebranta mi vida.

Volvió mi tristeza
(¿es que se había ido?),
sólo descansaba bajo el buen abrigo
que yo le brindaba
sin saber, siquiera,
que aparecería
un día cualquiera
para rejonear con
renovados bríos.