Si supieras cuanto te amo,
no pondrías ni prestos ni barreras,
tan solo comentarías lo fácil que ha sido todo…
Si me dijeras “te amo”, en lugar de “yo también”,
iniciarías un gran cambio, sin torturas y sin stress…
¿Qué difícil se te hace quererme?
Si supieras, que no me importan ni tus riquezas ni posturas,
tan solo una frase franca que me libere de ataduras…
Han pasado ya los años y con ellos se han llevado
mi frescura y mis anhelos,
regalándome apropósito, tus crueldades y lamentos.
Si por lo menos me dijeras “te amo”,
olvidaría lo pasado,
tendría sentido mi vida e ignoraría tus engaños…
Yo te amo,
te deseo,
veo en ti cosas de las cuales los demás hoy me critican…
Se muy bien que eres mi todo,
se también que esto se ha terminado,
pero no seré yo quien de el primer paso.
Si por lo menos sintieras la milésima parte de lo que yo siento,
ya me harté de escribirte historias y por tu ausencia,
tenérselas que contar al viento.
¡Te amo! Si, ¡te amo!,
pero también me amo yo como persona,
serás mi todo, pero me dañas,
es mejor que me digas adios
antes de que termine de aniquilar mis entrañas.
Vete mi amor,
no te despidas,
me inventaré hoy un cuento para justificar tu partida,
diré que nunca exististe,
y que yo inventé esa salida…
Me dolerá mucho,
lloraré por tu partida,
pero en el fondo de mi alma, comprenderé que eres feliz,
que ya nada te ata a mí,
que eres totalmente libre,
que podrás decir “te amo”,
no por compromiso, sino por agrado.
Y yo mientras tanto…
escribiré canciones y poemas,
tan solo pensando en que jamás exististe,
aunque los años hayan pasado
y con ellos arrancaras esperanzas, ilusiones y fracasos.
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