Saliste del vientre de un navío En un segundo llegaste a mí Tu sonrisa presagiaba el alba En tus ojos habitaba el caos Creador del mundo Tuyos son mis versos Y mis silencios Yo soy tan sólo Un cántaro vacío Una campana muda Tañendo su queja Amor mío Ola de mar Que no volverá jamás.
Texto agregado el 26-09-2009, y leído por 74 visitantes. (1 voto)