La estrella inarcesible de tu amor, un ave a pleno vuelo con el alma rota, sumergida en espirales de muerte y soledad, en vientos que traen la locura de tu nombre y la esencia de tu aroma que atormenta mis sueños impelidos.

La profundidad acuosa del mar azul de tus ojos en lagrimas sin el consuelo del recuerdo, de tu memoria, se escurren lentamente como caracoles en la pared, se fijan interminablemente y terminan dejando cicatrices imborrables, acaso vendras a curar mis alas?

El viejo reloj de siempre anuncia tus pasos por la calzada de piedras rojas fulgurantes que pisas delicadamente con tus pies de bailarina de ballet; indefensa mi dignidad; ni siquiera intenta detener al amor que como un idiota corre a contemplarte, a acariciar tu piel desde lejos con mis manos confundidas, tan solo para adorar tu rostro blanco como el alba, tus delicadas manos suaves y mortales como este amor y todavía me pregunto; que va a pasar conmigo sin ti?

No pretendo que me ames como los duendes a sus secretos incontables, ni siquiera que mires a los ojos del sapo salado que te canta cada que duermes una canción de noche, tan solo quiero que escuches mi voz y que hagas con ella lo que quieras, tirarla a la basura, adornarla, quererla o deshacerte de ella, o por lo menos corazón inclemente abre tus manos aunque sea un poco y deten mi caida que es de lo mas alto de los cielos a donde tu y tu mirada altiva me llevaron.