Si pudiera lograr que me atiendas movería sin pausa la brisa con el fin de aparear de una vez a tus pasos con los míos. Si pudiera humedecer tu boca la que trae amor dormido, el vivir sería benigno sin tener variaciones bruscas. Mas como no puedo lograrlo mis letras se desmerecen. Aprisionado en una idea la palabra resulta inútil. Y en esas sábanas frescas de un lecho en el que no yazgo necesito aprender ahora mismo la manera en que te rindas.
Texto agregado el 25-09-2009, y leído por 291 visitantes. (4 votos)