Tu tiempo ha concluido
la calle quedó ahora vacía
y los espacios se abren lentamente
sin prisa en sus contornos
como una presencia indefinida
para mostrar esos sedimentos
que los años pasados acumularon
¡Ya no hay viento!
Ennegrecidas de épocas
como sayal perdido antaño
puedes reconocer antiguas formas
Llevan tu nombre
igual al molde escondido en un taller
que sirviera al escultor del tiempo
cuando plasmó la vida
¡Silencio!
Una brisa sutil y muy débil
surge de las sinuosas veredas
cual fatuo fuego apagado
Y ese nombre allí prisionero
se evade voceando su largo pasado
hasta desaparecer ya incoloro
con el aire matutino.