Sé que Ud. señora ama su libertad y la defiende con uñas y dientes. Imagino que lo hace por sus experiencias pasadas. Aquellas que la entristecieron con sus abominables jugadas. Le aseguro a Ud. que mi intención es correcta. Que a Ud. intento acercarme sin perturbar su decisión. Verá , si tiene paciencia, que soy leal y respetuoso. Que podemos construír algo hermoso sin perder privacidad. Sólo resta aguardar y que se dé la ocasión para realizar los dos una historia sin final.
Texto agregado el 24-09-2009, y leído por 348 visitantes. (3 votos)