Había una vez, un niño llamado Pedro, el niño era de pelo castaño, y de ojos verdes, y de poca altura, era muy guapo, pero lo que le pasaba es que era pobre, y nadie le echaba nada de cuenta.
Pedro tiene una madre llamada Estefanía, y un hermano pequeño llamado Juan, como ya se sabia eran pobre, pero ala vez eran una familia tierna y simpática, donde se ayudaban unos a otro.
Un día de festejo en el pueblo “Santa Maria” como todos los años en un pequeño rincón de ese pequeño y bonito pueblo, montaron divertidos cacharritos y atracciones feriantes. Como todos los niños, Pedro tenia un sueño i era montarse algún día en ese pequeño y reluciente tío-vivo.
-Mama, que tal si te ayudo a las cosas de casa y tu ha cambio me das dinero para los cacharritos:-dijo el pequeño Pedro.
-Hijo tu sabes que a mí también me haría ilusión verte disfrutar, pero….yo estoy sin trabajo y….:dijo la madre
-Y… no tienes suficiente para acabar con el hambre ¿verdad mama?, mama tu tranquila que yo boy a trabajar también, para ganar algo de dinero,¡espera, tu tranquila aquí ,mama!:grito el niño(yéndose).
-¡Pero, Pedro hijo ¿adonde vas?:-grito la madre(sin darle tiempo a que el niño lo escuchara).
Pedro fue directamente al ayuntamiento, para hablar con el alcalde.
-¡Señor alcalde! Por favor, ¿puedo hablar contigo?:-preguntaba el niño.
-Hola, pequeño niño ¿en que puedo ayudarle?:-pregunto el alcalde extrañado por su visita.
-En poco, solo debe decirme en que puedo trabajar para ganar dinero.:-pregunto el niño.
El Alcalde lo miro de arriba abajo y dijo…
-¿Ganar dinero? ¿Quién? ¿tu?, los niños no pueden trabajar, solo ayudar en casa y estudiar para poder trabajar.:-dijo el Alcalde con una risita en la cara.
-Ya…. Pero mi madre no tiene dinero, y…..yo…va bueno no lo comprenderías, de todas maneras gracias:-dijo el niño triste.
El niño se fue triste, mientras que el alcalde le miraba, como si in tentara resolver que quería conseguir el niño.
Pedro fue directamente a los cacharritos donde aun no había nadie, y se sentó en la escalera del tío-vivo y empezó a hacerse preguntas.
-¿Por qué? Por que yo no puedo disfrutar de este bonito caballo con luces brillante, de este bonito tren que ala vez parece uno de verdad y de esa bonita noria que desde allí puedes ver un precioso pueblo limpio y bonito:-se pregunto el niño mientras que se le caían las lagrimas.
-Perdona muchacho ¿me as dicho bonito y brillante a mí?:-pregunto sonriendo el caballo.
-A……ti……claro….pero..¿como puedes hablar?:-le pregunto el niño.
-hablar podemos todos muchacho:-dijo la noria.
-Pero lo que tenemos es sentimiento mas que todos y todos los niños al montarse no piensa lo bonito que somos si no en otras cosas horribles:-dijo el tren.
-Te hemos estado observando las beses que as estado aquí observándonos sin rechistar en montarte sin insultar a nadie, ya no podíamos mas te lo teníamos que decir:-dijo el canguro.
-Decir que….. no os entiendo:-dijo Pedro
- Pues que ahora y cuando no hay nadie nosotros recobramos vida, y no queremos verte mas sufriendo así que te vamos a dar un vuelta gratis: dijo el caballo
-No se como daros las gracias, pero os aseguro que are lo que me pidáis:-dijo el niño.
-Yo te pido que subas a mí lomo y disfrutes todo lo que pueda este día: dijo el caballo.
Pedro se subió al caballo, con cuidado de no hacerle daño, y el caballo mostró sus alas y empezó a volar por el cielo, las nueves eran de algodones de caramelo rosa, los pájaros eran peluches que volaban en bandadas, formando un dibujo de la paloma de la paz, las cigüeñas no traían niños si no caramelos y chuchearías. Después del caballo se monto en la noria y le pidió que parara arriba para ver ese precioso paisaje, pero en ese instante paso por allí una estrella fugaz y le pidió que ese día se volviera a repetir, cuando se abajo antes de probar el ultimo cacharrito fue a su casa y llamo a su madre y a su hermano para que compartiera ese momento. Al llegar se los presento su madre no se lo podía creer, pero su hermano como era todavía muy chico no se lo pensó mas y se fue a las colchonetas elásticas que saltabas tanto que podías coger las hermosas estrellas de caramelos brillantes. Al cavar esos momentos tan hermosos el niño prometió que vendría a visitarlo todos los días, pero de repente exploto un cohete y el niño pegó un grito que despertó de ese precioso y bonito sueño.
Pedro al despertar fue a desayunar y en la mesa se encontró una estrella de caramelo que aparecía en su sueño, entonces Pedro se vistió corriendo y fue al lugar donde el soñó esa noche, la estrella la puso alado del caballito y dijo
-Esta noche pedí un deseo y espero que se me cumpla:-dijo el niño
Cuando el niño fue a pegarle un beso al caballito se escucho una voz que dijo
-Pedro con que esto era lo que quería, querías dinero para disfrutar de estos preciosos cacharritos:-dijo el alcalde
-Señor Alcalde ¿que ase usted aquí?:-pregunto Pedro.
-Me dijeron que había un niño que venia todos los días a sentarse en el escalón de los caballitos a observarlos, y me di cuenta de que eras tu y que por eso querías el dinero:-respondió el alcalde.
-Bueno también necesitaba el dinero para que mi madre tuviera lo necesario asta para poder montarme:-dijo Pedro
-Pero hoy gracias a todos tus compañero de pueblo vas a poder montarte una vez en cada uno de estos cacharritos:-dijo el alcalde.
-Si no fuera mucho pedir podías dejar que mi familia viniese no soy el único y quiero compartirlo con los demás:-dijo Pedro
-Tal vez tengas razón propongamos una cosa hoy será gratis para todos los niños que quieran probar estos hermosos cacharritos, os dejare montarse a cada uno una vez en cada cacharrito, pero tenlo en cuenta que si no fuera por los ciudadanos de este pueblo no me hubiera dado cuenta:-dijo el alcalde
-Gracias darle gracias a todos de mi parte mientras tengo que hacer algo muy importante:-dijo Pedro
Pedro fue directamente al caballito y dijo:
-Pedí un deseo y se cumplió gracias a vosotros se cumplió, pero no quiero compartirlo solo sino con vosotros así que os dejo la estrella que triunfo en mi sueño espero que esta estrella haga el vuestro realidad:-dijo Pedro
Pedro dejo la estrella en la escalera del caballito , de repente brillo y se deslizo hacia el cielo guiñándole el ojo al pequeño Pedro.
Pedro ese día al montarse en los cacharritos cerro los ojos y se imagino todo lo que en el sueño le paso, los cacharritos volaban, las nubes de caramelos había paz y amor, y mucho mas, y vio a la misma estrella y envés de pedir el deseo el cogió de la mano a su madre y dijo mama pídelo tu.
Estefanía cerro los ojos y pidió: ni dinero ni millón, mucha paz y amor.
Pedro, su madre y su hermano agarrados de las manos se fueron a casa cuando termino ese precioso día y le dijo Pedro a su madre.
-Mama el próximo deseo no será dinero, por que hoy he aprendido que el dinero no trae la felicidad, si no el cariño que tienes hacia esa cosa o persona, y ahora me e dado cuanta que mi deseo de verdad no era ese si no estar juntos un día especial como este.
Y desde ese día Pedro no quería mas deseo por que es zulló ya lo tenia,¡tener una familia!
Y colorin, colorado este bonito cuento ha triunfado.