Invisible y en silencio
llega mi duende,
el transita mis páginas
recorre sus pasillos
sus salas y vestuarios.
El sabe ser el duende
que magistralmente
deja en cada visita
su marca exquisita.
Un duende majestuoso
que en cada pincelada
enmarca sueños y hadas.
El me protege de todo
me guía en la penumbra,
acapara de la rosas su aroma.
y las hojas doradas del roció,
el reflejo del río y de la brisa,
me regala el cristal del arco iris
y el manantial de su sabiduría.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI
Texto agregado el 22-09-2009, y leído por 485
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Lectores Opinan
22-09-2009
¡¡¡Qué bueno además de duende,
majestoso y sabio!!!
Me gustó muy mucho!!! almalen2005
22-09-2009
Describes muy bien esas "visitas" balsámicas. Se percibe como un retrato que haces ante la presencia simultánea de tu duende majestuoso y sabio. Y esa descripción "alabanciosa" permite vislumbrar los momentos de zozobra ante la ausencia. Me gustó lo que decís y lo que no decis ! ClaMa
22-09-2009
Tanta claridad me ha deslumbrado !***** pintorezco
22-09-2009
Vivimos rodeados de duendes, pero como en los cuentos infantiles, no todos saben verlos ;) sirena_varada
22-09-2009
Y ese duende hace que tus letras sean magia pura. Un besito mi querida Lagu. Y un collar de estrellas. Magda gmmagdalena