Inicio / Cuenteros Locales / Lilivi / Llevo un espíritu lacerado
Perdón, corazón lo siento,
esta penumbra del alma
es un infierno de fuertes cristales
que hiere con crueldad
la sombría soledad de verte sin consuelo.
Es una caverna llena de abrojos,
donde el rayo de luz se convierte en abandono;
la cúspide del dolor está llena de sangre y sufrimiento.
Cruelmente has lastimado esta calma,
congoja que empaña la espera…,
entonces, debo sacrificar la ilusión
por la realidad que te brindará firme quietud
en esta espera que rehúsa perecer.
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
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Texto agregado el 21-09-2009, y leído por 90
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