Todos la desean, porque contiene ese sabor, esa versatilidad que se adapta a diferentes gustos, comienza a trabajar desde bien temprano, pasa por todas las manos, acostumbrados a su aroma, a su atractivo, al recuerdo de su gusto en la lengua, la devoran desenfrenados sin siquiera lanzarle una mirada, un segundo a observarla a ver su estructura, su textura, su dorado exterior, solo se ven invitados a sucumbir ante sus ardiente formas;
Dicen que cualquiera la puede pedir, que pocos se resisten a disfrutar de ella, dicen que es adictivo, que es su complemento del día, su alimento. Otros alarmados se alejan de sus curvas, que debería estar prohibido, que tanta sabrosura seguro es nocivo.
A pesar de sus tantos seguidores nadie jamás le ha compuesto un poema, nadie le ha ofrecido un detalle, un regalo, es la más cotizada y la musa de nadie. Es la mil veces tomada, y cientos de veces despreciada, al correr el tiempo totalmente desechada, y muchas veces se aburren de ella, soporta las ofensas por culpa de otros y otras, y las promesas de más nunca jamás volverla a tomar. No tiene otra opción, un nuevo día y vuelve hacer gala de toda su fragancia, atestada de sabores que envuelve a sus clientes, que hacen colas, gritan su nombre, la aclaman, la piden desesperados…
…que triste la vida de la empanada.
P.D. jajajajjaaja lo se q ridícula soy :P
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