Es como si fuese un servicio que entrego a la humanidad...
Simple: conozco a un mequetrefe, confundo con amor mi labor de domesticación, el amor que me jura era una quimera lo suficientemente bien contada como para que yo le crea y me ilusione, y con esto de ser confiada o por esta necesidad de querer saberme importante o querida para alguien...
...¿Qué pasa? Creo lo que me dicen y si alguien llegase a decirme que las cosas no son asi, por mi bien, ni siquiera estimo el valor de lo que me dicen, me ciego y no creo nada nada que no me haya dicho el especímen que estoy domesticando.
Al final creo que me domestican a mi.
Sus ganas de conquistar sobrepasan a sus actos por conquistarme...
Su amor eterno es tan eterno como un suspiro...
Sus promesas de respeto posterior son rotas y su respeto hacia lo que era fundamental ha fenecido...
El animal domesticado ha encontrado ama y no soy yo.
Y al final, me termino sintiendo insuficiente y termino siendo obviada, olvidada como algo que nunca pasó, arrancada como la hoja de un cuaderno que ha quedado con muchos borrones.
¿Y es que acaso no son esos borrones que te hicieron esforzar por lograr hacer bien la tarea los que le dan mas valor a la misma...? Como esas ecuaciones que te cuesta asignarle un valor a Equis... y cuando logras obtener un resultado para esa equis y lo compruebas y está correcto todo, el desarrollo del ejercicio, los borrones le dan valor al esfuerzo y al trabajo aprendido...
¿Es que acaso los hice hacer tantos borrones que ya saben como amar a una mujer y yo les soy insuficiente?
Que vacía me siento... Y así ha sido todas las veces que me he atrevido a querer a alguien de una manera profunda y honesta.
Vacía, por ser demasiado entregada quizás. Vacía, por sentirme usada por la próxima chica que disfrutará de un Hombre domesticado, quien además no me dará un abrazo acogedor ni con gratitud por haberlo civilizado. Vacía, por postergarme y dar más de lo que debería. Vacía por pensar que si se ama, guardar algo es mezquindad imperdonable.
Luego de domesticarlo, y de dejarme sola, es factible que no pase mucho tiempo para que vuelva a encontrar novia y tal relación será casi ideal.
Y mi hombre domesticado se irá de mi lado en todo aspecto, porque su nueva chica me odiará... y cuando ella se porte mal con mi hombre domesticado, las avalanchas de recuerdos lo atacarán y si la boca de mi hombre domesticado aún no olvida que la mesura no es necesaria para vivir, puede que la compare conmigo y se lo haga saber...
... Si es mal portada la actual chica de turno, la madre y /o el padre del domesticado la comparará conmigo y me odiarán en secreto por no ser yo la que comparta sentimientos nobles y placeres mundanos con su retoño.
Y el patrón que ellos repiten, no son chicas mayores que yo y siempre menores que ellos... Una arcilla que intentar moldear... o una manera indirecta de hacerme saber que fui mucha mujer para tanta barbarie carente de evolución... |