A veces llega la certeza de no ser de este polvo cósmico... de arribar del vacio donde las manos empuñan olvido profundo. Perdido en un sitio lleno de máquinas ajenas a sentimientos, un sitio donde ojos perdieron su razón primigenia. Es este extravio que dispara desde su escencia el grito de esta respiración buscando su sitio.
Texto agregado el 18-09-2009, y leído por 895 visitantes. (0 votos)