Aquel tierno momento en que se divisa la profundidad del alma
en el cual alcanzas a descifrar que hay tras esa máscara
mientras se gritan palabras sin hacer ningún sonido
y quienes están allí no necesitan nada más...

Tus ojos frente a los suyos, le dices todo y a la vez nada
esperando sigilosamente el instante apropiado
en que puedas parpadear sin perder milesima de detalle
y menos enlace con aquella charla tan amena...

Te dice a través de un brillo especial que está feliz
pero que es momento de seguir su camino
desearía congelar aquel minuto para siempre
pero el semaforo ya está en verde...