Antes de decir cualquier cosa quiero dejar en claro que éste no es mi trabajo, ni pretendo que lo sea. No quiero dinero por lo que he venido a contarle, quizás cuando termine mi relato, usted sienta que yo le he hecho un favor...o a ella. Pero la verdad es que hago esto principalmente por mí.
Déjeme encender un cigarrillo....Así está mejor, ya puedo empezar.
Fue hace dos semanas que soñé con ella por primera vez. Fué un sueño cualquiera, borroso y sin sentido como la mayoría de los sueños.
Ella subía lentamente un cerro, en compañía de unos gringos. Llevaba un moño ridículo, fuera de época, pero estaba clara y sonriente, feliz. Me desperté hablando de ella a Diego, mi novio, quién dormía a mi lado.
La segunda noche volví a verla, estaba triste, enojada, su rostro bonito parecía deformado por la frustración, y luego como en un torbellino ella caía al pasto, rodando y ante mis ojos aparecía el rostro moreno de un hombre. Esa mañana desperté diciendo su nombre....Andrea.
No señora,por favor no me interrumpa todavía. Necesito contarle todo tal cual como ha sido, porque necesito que lo sepa. No me importa que no me crea, pero debe usted saberlo.
Diego saltó de la cama al oír el nombre que yo le daba, yo aún medio dormida seguía repitiéndolo. En un instante estaba buscando la información en internet.
Y entonces supe, supe quién era ella, y lo que le había ocurrido.
Por favor no llore señora, se lo suplico. Déjeme al menos decirle todo porque es ella quién me ha pedido que venga, me ha pedido que le diga como pasó.
Esa tarde ella estaba desesperada. No podía quedarse quieta en ningún lugar. Se despertó en la mañana con la sensación de no haber dormido nada. La idea de que Jaime jugaba con ella seguía rondando su cabeza, los recuerdos de esa noche que pasaron juntos la atormentaban. Si el no la quería, ¿por que no era capaz de decírselo? ¿Porque era tan cobarde de engañarla así? Hacerla quedar como una tonta cuando todos le preguntaban en el club de golf si salía o no con él, y ella se quedaba sin saber que contestar. Se sentía humillada, y la duda corroía su ser. Pasó la mañana entera sin poder concentrarse en nada, batallando con las ganas de ir a verlo, y con el orgullo que le decía que no era correcto para una mujer rebajarse de esa forma.
Por eso dijo que no cuando la invitaron a la piscina, por eso desechó cada plan que le propusieron aquel día Domingo. Y cuando llegó a la casa, le dijo a su padre que iría a practicar Voleyball, aunque ni siquera se llevó la ropa adecuada para ello. No quería que supieran donde iba realmente.
Llegó a casa de Jaime casi diez minutos despúes. La empleada en la puerta le repitió lo que constantemente le decían, que el niño Jaime no estaba, que si quería dejarle un recado. Entonces al escribir en la hoja, los ojos se le llenaron de lágrimas, señora. ¡Era tanto lo que quería decirle! Pero solo escribió dos lineas, que mi sueño no alcanzó a mostrarme.
Luego se fue, quería estar sola, llorar sola. Estaba decidida a no esperar más por una respuesta de parte de Jaime, en su corazón y en su mente, necesitaba el duelo de la ruptura, aunque fuera solo ella quién se atrevía a romper. Y a los pocos minutos de andar, lo vio.
Pedro le sonreía desde el otro lado de la calle, entre tímido y audaz.
Y en un momento ella decidió señora. Presa del despecho, de la humillación y de la incertidumbre, Andrea decidió darle una oportunidad a ese hombre que hace tanto tiempo la pretendía.
Veo por su expresión de que usted sabe de quién estoy hablando, pero no es eso lo que Andrea quiere que yo le diga...
Ella lo subió a su auto señora, fue idea de ella ir a un lugar tan apartado donde nadie los viera, pues ella era una señorita y el era un hombre mayor. Fue idea de ella dejar que él la besara, hacerle pensar que tenía una posibilidad con ella. Y por unos minutos Andrea disfrutó de estarse vengando de Jaime, aunque éste no lo supiera. De sentirse importante y deseada por un hombre, de sanar su amor propio herido, aunque fuera un poquito.
Por unos minutos...hasta cayó en cuenta de lo que hacía...Se apartó de los brazos de Pedro tan bruscamente que este quedó excitado y confundido, con los brazos vacíos.
Ella le dijo que tenía que irse, que se había equivocado, que aquello no podía ser, que la disculpara. Pedro pasó de la perplejidad, a la risa, y de la risa a la furia. Le preguntó "¿a que estás jugando?, que por que lo había llevado hasta un lugar tan solitario para reirse de él así. Le suplicó que no jugara con él, que ella sabía lo que él sentía por ella, que terminaran lo que habían comenzado. Andrea se sentía asqueada, con ella, con Pedro, con el mundo. Su mente iba divagando de una cosa a otra....muy rápido, mientras se disculpaba.
Pedro la tomó violentamente por un brazo, y ella gritó "Me estás asustando", pues de pronto se dió cuenta de que estaba sola, y que si gritaba nadie la oiría. Pedro trató de besarla denuevo, y ella trató de huir, pero ambos cayeron de bruces. Andrea trató de levantarse, sosteniéndo el peso del hombre sobre ella. Los insultos sonaban en sus oídos mientras ella luchaba. De pronto se puso a gatas para tratar de ponerse de pie, llegar a su auto y marcharse. Veía el pasto delante de sus ojos y más allá el auto blanco, que estaba un poco lejos. Y entonces ,mientras se arrastraba, una luz blanca cegó sus ojos y un pitido agudo llenó sus oídos...
Lo último que vio, fue el agua, que inundaba sus rodillas y sus propias manos, inertes frente a su cara. Pálidas y en una posición tan extraña.
No recuerda su muerte como un gran sufrimiento, sólo como luz, y sonido.
Y es esto lo que he venido a decirle señora. Ella quiere que sepan,que están en lo correcto, aunque ningún juez halla querido aceptarlo, que fue Pedro quién lo hizo. Pero más importante que eso, que sepan que siente que fue su culpa. Es esto lo que ella quiere que usted, su mejor amiga sepa. Aunque yo no sé que consuelo puede traer esto despúes de 15 años.
Como le dije antes, no quiero dinero por lo que le he dicho, y espero que ella, donde quiera que esté, esté satisfecha.
Ahora me voy, y le pido por favor que no intente buscarme. Yo solo quería decirle, que sueño con ella, y que después de hoy, espero....no volver a hacerlo...
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