Si, ella puede sentirlo. Como aquellas palabras de amor juegan en el aire antes de morir. Como callan espejando a la tristeza que les dio génesis y quiebran el crepúsculo en una mirada vacía.
Al recordar promesas que se desvanecen en el recuerdo de la triste melodía. Que el amor no duro eternidades y se olvidó de los años… pero no de reaparecer en el crepitante sonido del viento. Busca el aliento en el aire amargo y muerto a su alrededor.
Y se hablan por dentro, recuerdan las caricias que reparten los moráceos rebozos de aquel extraño sentimiento…