De cómo “no hacer el amor”



A mí ya me pasó cuando el cometa Halley.

Si alguna vez te pasa que no quieres
e intenta violentarte,
que no quieres porque te da pereza,
te cansa la rutina
o el cigarrillo ya te lo has fumado
o prefieres tener más amor propio
o qué sé yo…
hay cientos de motivos,
hay millones de excusas:
“me duele la cabeza”
“olvidé el profiláctico”
“las sábanas son ásperas”
“mañana ya veremos”
“también te seguiré queriendo”
“aún no es la primavera”
y siempre quedarás como un señor
diciendo que el amor nace y no se hace
y ya en último extremo,
si te sigue insistiendo, resignado
decirle: “pero me pido yo debajo”
y dejarte llevar pensando en cualquier cosa
mientras las nubes pasan blancas por el techo.