Los lunes siempre desayuno en la misma cafetería.
Mientras lo hacía, oí a mis espaldas una conversación:
“Hace años que no nos veíamos”, “¿Años dices?” respondió otra voz, “siglos diría yo…”.
Me giré y vi que quienes hablaban eran dos señoras de edad indefinida. No les presté más atención.
El lunes siguiente volví a la cafetería a por mi desayuno. Las dinosaurias seguían allí charlando, inundadas de tazas de café. Las reconocí y condescendiente me dije: “¡Claro, después de tanto tiempo…!”
Texto agregado el 15-09-2009, y leído por 81
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