Capitulo II
Ciudad de las golondrinas, Sabado 14 de noviembre, San Clemente...
La policia acaba de llegar, no han tardado nada en acordonar la zona, parece.
a tan altas horas apenas hay gente circulando por las calles pero siempre se deja ver algún que otro curioso, las sirenas y las luces azules de los coches patrulla no dejan de estar intermitentes un solo momento, un nuevo equipo especial acaba de llegar.
Nosotros somos los últimos en llegar.
-aparca aqui-repetí por segunda vez aquella noche
una vez más, la limusina destartalada de mi hermano frenó en seco, para aparcarse tranquilamente a un lado de la calle.
el movimiento en aquella es inaudito, varios vecinos se han asomado para ver qué pasa, afortunadamente nadie sabe nada, todos piensan que se ha producido una redada, o que las patrullas han intervenido en una pelea o en mitad de un botellón, cualquiera sabe.
En la zona más antigua de la ciudad suele vivir sobre todo gente mayor...
-dejen sitio señores-dos policias de uniforme apartan a un grupo de chavales que se han aproximado demasiado, probablemente vengan de fiesta, se les nota el puntillo clásico de estas.Más que probable que haya sido un botellón, uno de ellos aún lleva un cubata por la mitad en la mano, todos caminan haciendo eses sobre el asfalto sin preocuparles que les pille un coche, aunque el trafico en las dos calles a la rotonda se ha cortado
se alejan calle arriba cantando "la vida es bella" Enmanuel me hace un gesto con la cabeza
-Anda ve a ver si averiguas que ha pasado
-¿no vienes?
-no yo me quedo,además que es tu trabajo
sonreí
-si veo a la forense Sully la saludaré de tu parte
-¡que no me...!
"gusta"iba a decir, pero se mordió la lengua, demasiado tarde.
-El que se disculpa, se culpa, ahora vengo- era la clásica respuesta estándar de su hermana, la tenía más que vista,a brió la puerta del coche y bajó
-bueno...
Vio a su hermana de nuevo andar sobre el asfalto y cruzar la acera para perderse entre la muchedumbre
-alto chica, dónde vas-la paró un policia uniformado-aqui no se puede pasar, estamos trabajando en un caso y solo pueden estar aqui la policia y los pertinentes servicios...
Neila metió la mano en su bolso y sacó una targetita, se la puso al tipo delante de las narices
-Neila Granpoder, detective privado y socia del inspector Matías campofiel, me han dicho que anda por aqui
-un placer-se apresuró a añadir-no sabía que conocía a nuestro señor inspector, mil disculpas, madame
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