No lo quiero, lo adoro. No lo pienso, lo dibujo en mi mente. No lo llamo, hablo con usted siempre. No lo beso; saboreo sus labios que definen y marcan. No me incita… hago el amor con usted y me envicio. Nos sentimos y devoramos. Nos atendemos e INTERPRETAMOS. Nos estudiamos... Sin embargo, ni yo soy suya, ni usted es mío.
Texto agregado el 11-09-2009, y leído por 177 visitantes. (11 votos)