En mi mundo la vida se muere, en vida se muere la vida y nadie lo asume.

En mi mundo no quedan rincones para descansar, ya no hay una sola persona que te mire con la intención de consolarte, de conocer tu dolor, ya no. Todos lloramos y nadie lo asume.

En mi mundo todos corremos en una carrera que no tiene destino, en algún momento de nuestras vidas supimos que había que correr preferentemente con un ánimo de ambición, no nos enseñaron a perder, y todos corremos pero cuando llegamos a viejos queremos dejar de avanzar, de todos modos lo que hacemos es correr, no sabemos por qué.

En mi mundo ya nadie ve, todos andamos con los ojos abiertos pero no vemos ni siquiera cuánto sufrimos o cómo hacemos sufrir. Seguro que no podríamos dar detalles del paisaje camino a casa, la carrera eterna no da tiempo para mirar.

En mi mundo hay mil religiones con dioses similares y otros que me parecen curiosos, mil costumbres distintas, fronteras por doquier, mil idiomas, partidos políticos, mil intereses diferentes, discriminaciones, armas, ... todo nos divide, nadie se detiene a pensar que hay solo dos sexos: macho y hembra, solo dos sexos que no nos dividen sino que están para que nos unamos y sintamos esa delicada y exquisita experiencia que es el amor.

Más aun, en mi mundo hasta lo más bello se ensució, al sida no le importa si te unes por calentura o por amor.

En mi mundo existimos nosotros, los seres humanos que de humanos tenemos poco, somos la única especie del planeta que no lucha por la supervivencia sino que por la autodestrucción.

En mi mundo también hay gente bella, gente buena que conoce el amor, la solidaridad, desgraciadamente la mayoría de ellos no tiene influencia, nadie los escucha, la eterna carrera tampoco nos permite escuchar.

En mi mundo hay que pedir permiso para hablar, pensar dos veces antes de lanzar una carcajada, mirar bien al que te sonríe, cubrir tu cuerpo con trapos caros, procurar no decir lo que sientes, temer una decepción al enamorarte, desconfiar aun de los “amigos”, salir a la calle con miedo a que te roben,... en mi mundo todos actuamos extraño y nadie lo asume.

En mi mundo la vida se muere, en vida se muere la vida y nadie lo asume.