La diferencia entre imaginación y fantasía es que
mientras la fantasía es una huida
la imaginación es un regreso.
¿Dónde hemos estado
para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Dónde hemos estado para tener que regresar?
¿Estás vivo aún, hermano? Hermano, aún estás vivo.
La bicicleta, amigo. La bicicleta azul, estás existiendo, debajo de una gruesa capa de
atmósfera para suicidas en ciudad
igual que los árboles del campo, subsisten bajo la nieve
¿cómo pueden?
¿cómo?
Aún estás vivo, hermano. Donde hemos estado
para tener que regresar.
Muertos, para tener que regresar.
Te conozco. Tu vida le pertenece al nosotros, estás vivo, la tienda de la esquina, sabes llegar a mi casa, son tres árboles en la acera hasta mi portal, tu vida.
Donde hemos estado, para tener que regresar. La esperanza es frágil como una mirada lejana, y se la comen los chistes de los hombres grises que no te aman
yo: desde el lugar al que tuvimos que regresar.
Estamos a tu lado en la cama, sigues respirando, el dolor puede ser cualquier cosa menos definitivo, sin buscar la salida, estamos
sentados a tu lado, en la cama. Duermes agitado, pero respiras. |