¡NOBLEZA OBLIGA!
Monterrey, gran Palacio…, hoy, paseando, medito,
Que su dueña aparece hecha una triste carca…,
Que tal vez, no tardando, se acercará la Parca,
Y habrá que despedirla con el cristiano rito…
¿ Y, aún pretende casarse con el lindo Alfonsito,
Que tal vez, huela onzas en su prístina arca,
Y anhelante, navegue por su onírica barca,
Pues que de sus amores, es claro favorito?...
¿Hay temor al escarnio por parte de los nenes,
O a perder lo que un duque con saña conquistó,
Y que, ahora, ayudada del erario, mantienes?...
Si amorosa esperanza, tardía te llegó,
Si un amor decadente martillea tus sienes…
¡Cásate en buena hora, “por la grasia de Dió”!
¡Cayetana del alma…, yo prefiero tus bienes,
Ahora que un mal bancario la casa me embargó!.
EMILIOSALAMANCA
9 Septiembre 2009 |