En mi mochila llevo un libro de Bukowski que
me prestó un amigo
y un cuaderno de hojas en blanco, muchas.
Pienso en el tiempo, siempre el tiempo, como cascajo.
No he escrito mucho este año. Aunque tengo algunos fragmentos
atorados
que son como las piedras y otras cosas que se quiebran.
No le puse ni mi nombre al cuaderno y empiezo a olvidarme como se arman
las frases que van a gritar algo.
Si lo vieras
¡Pobrecito y hambriento!
Si fuera un mendigo (sueño) caminando hacía el fogón de la esquina
para entintarse / el alcohol mata el vacío /
si no fuera la sombra que es de las muchas cosas que me cayo.
“(...) es una forma que cualquiera puede utilizar como herramienta. Lo que tenga para decir es otra cosa.” Reza el prologo del libro hacia el final.
Voy detrás de mis hojas en blanco hasta la esquina del instituto.
Las sonrisas de los que se saludan asestan una puñalada inteligente a los solitarios.
Lunes.
Martes.
Miércoles. ¡Quiero irme!
Tengo el cuaderno de vuelta en mis manos y siento que el tiempo no sabe recular... por eso todo sigue como si nada.
Texto agregado el 09-09-2009, y leído por 218
visitantes. (6 votos)
Lectores Opinan
04-02-2010
entretenido y fácil de leer....muy bien.
caronte600
05-01-2010
Es divertido leer! y yo también odie la rutina del colegio. rafudo_
21-11-2009
Buen texto y ya aparecerá la musa. Un abrazo. Sofiama
12-10-2009
Consuelate:no has
escrito mucho;pero
estas mejor que yo
que aun no escribo
porque no se como
poner algun texto mramre
14-09-2009
Es cuestión de animarse a trazar los primeros esbozos, luego vendrá lo demás. almalen2005
10-09-2009
"Las sonrisas de los que se saludan asestan una puñalada inteligente a los solitarios." RafaelCF
09-09-2009
Mira bien ese cuaderno en blanco, ve su magia y desliza la pluma en el…el resto lo hará tu alma… metro