Tus manos desnudas de sangre
y vacías de piel, recorren mi rostro
cada mañana, y se imprime en mi mente
tu rostro jovial; ósculos de sangre dan tus labios.
Matan, desangran, dejan rastro de pueril asesino.
Texto agregado el 08-09-2009, y leído por 214
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