LA BÚSQUEDA.
El brillo de la calle me guía. Las luces se reflejan con largas líneas doradas que lastiman con su brillo sobre el pavimento haciendo juego con la música que sale de la parte trasera del Jetta. La lluvia persistente no hace decaer la euforia del momento. Esta sensación de querer más y no saber qué, pero debemos buscarlo en el próximo antro, tal vez ahí estará, esperándonos para saciar ésta necesidad de saber dónde parar.
No puedo conducir bien por el hacinamiento del asiento delantero. Somos cuatro adelante y seis atrás. No sé cómo nos multiplicamos pues empezamos dos. Siempre sucede así, si lo viera mi jefe, que cuida tanto su nave. La bronca va a ser quitarle el olor a cerveza y a cigarro. Bueno, ¡ Nada que no se quite con un poco de cloro y jabón! . Mañana, antes que se levante ya lavé el carro y
¡Ni en cuenta! Sigo siendo el buen chavo responsable-sacadieces.
¡ Que pedo güey! , ¿ Onde nos llevas? ¿ Que no ves la hora que es? Orita ya está cerrado todo, no ves que hubo operativo y cerraron todas las Disco a las dos. ¡ Vamos a la Tajín a “la hormiga” ésos güeyes se mochan y abren toda la noche y podemos comprar un pomo con chescos.
¡ Aguas! Ai viene la Ley, agáchense unos para que no vean que somos tantos, ¡ No marchen!
Luces intensas azul y rojo. Voz cavernosa del altavoz de la Inter. Que congela; “ Jetta rojo-oríllese”.
Adiós lana, es lo malo de estar en Secundaria ¡ No tienes cartilla! , menos credencial de elector, menos licencia para conducir.
¡ No hay tos oficial! Ya nos vamos para la casa. Chao frasco y frescas.
¿ Ora que onda? No nos vamos a quedar así. Vamos al cajero, yo traigo la tarjeta de mi Mamá y podemos darle un leve baje, pero siempre y cuando mañana se formen para reponérselo. Si se entera; ¡ Me retira el parentesco!.
Boris , ¡ No tires el muppet en el asiento!, ¡cabrón! Si ya estás jarra mejor ya no chupes y tú Bembas saca el cigarro por la ventila, no me vayas a quemar el asiento, ¡Perro! Para la otra vez ustedes se quedan, pinches atascados.
Ora pa´ donde jalo, a ver zonzo, mueve el celular a ver dónde está la Banda, chance y las morras todavía andan en el Reven. Creo que están en un cumple, chécalo. Bájate por la 13 que ahí no se ponen los támaros, su bisne está en el Bulevar, de todas formas ahí caes. Oye ¿ Dónde vive ese güey? Al fondo a la derecha ¡ Como el water!.
¡ Órale! sí está chido el ambiente, bájate Sapo, a ver si están mientras yo me estaciono.
¡ Puta! puras de Backstreet, éste güey sí que es fresa, no chinguen pongan algo de Eminem que valga la pena de bajarse ¡ Cabrón!.
Aistan las más zorras, ya sabes, yo creo que nos quedamos ¿No? Apenas están sirviendo platillos, sirve que nos echamos una cenada pa´bajar el chupe.
¡ Saco! ¡ Perros calientes! No se miden ¡ luego se ve que están jodidos, bueno! ¡Peor es nada! ¡ Saquen las chelas!.
Ora sí se compuso el D.J. , ésas rolas están por ái. La bronca es que no sabemos bailar y hay que quedarse aquí con la raza picándose la cola y perder el chance de ligarse a una chava.
Que dice el Bembas que Dídi quiere contigo y que quiere bailar güey, ora llégale.
¡ Nel! No me pasa, está muy Zotaca y es fresa.
Que ojos, que piernas, Nunca la había visto así. En la Escuela se ve de otra forma, como si fuera niño, está buenísima.
Ni modo, otra que se me vá por no bailar, ni hablar porque ¿Qué se les dice? ¿Cómo le llego sin parecer un baboso?
¿ Cómo se les entra? ¡ No sé! Mejor me pongo en mi plan de duro y me echo otra chela.
Creo que me mira, no quita la mirada de aquí. ¿ Que hacer? Además nadie baila, no voy a hacer el ridi, aquí con los cuates está bien, ya habrá otro chance...
¡ Vámonos Bandera! ¡ Se acabó el chupe!.
Pérate que el güey del Boris está güacareándose, parece que le cayeron mal los jochos.
¡ Cerdo, marrano, cüino, chacho, porcino, jabato, babirusa, puerco! si me basquea el carro hasta ahí llegó.Ya lo vieron las chavas y ¿ Qué crees? Están impresionadas. Creo que nunca habían visto a alguien vomitarse. ¿ Que tal si le hacemos segunda?, chance y así las impresionamos también.
Estás loco güey, tráetelo y vámonos, nomás que se lave bien el océano y que se vaya con la cabeza de fuera.
¡ Quihubo!, ora somos doce, no jodan, bájense y váyanse unos en la cajuela, ¡ No Mamen!.
Los rayos del sol se cuelan por el cerro del “Abuelo” apuntando la llegada del domingo. El aroma de la tierra húmeda le dá otra presencia a la Ciudad, que todavía duerme, perezosa, contagiándonos del cansancio de otra noche igual a muchas anteriores que salimos a buscar tal vez a los seres que vamos a ser en el futuro.
¿ Habrá una respuesta para nosotros? ¿Cuál será nuestro camino? ¿Seremos igual que nuestros Padres?.
Los ojos me pesan, se me cierran por el sueño y veo, al entrecerrarlos, los ojos de Dídi mirándome, como pidiéndome un beso. Es muy bonita y no me he dado cuenta que siempre ha estado ahí. Mañana, la voy a buscar en el receso para tratar de hacerme su amigo. Amigo primero, luego, tal vez...
Como una sombra oscura el cofre se estrelló en el parabrisas, estallando en miles de fragmentos de cristal. Mi estómago se aplasta contra el volante y alcanzo a ver los cuerpos de dos de mis amigos que salen disparados por el espacio vacío del frente como si fueran muñecos de trapo.
Un ruido extraño permanece y repentinamente se calla. Un olor a gasolina impregna el ambiente. Después del estruendo todo ha quedado sumergido en un silencio pesado, denso, que no alcanzo a comprender. Mis ojos me pesan. Mis ojos se cierran. No los puedo abrir.
Todo está en silencio.
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