Somos la escoria de la ciudad, somos la repulsión de la vida, aquella huella que es borrada y olvidada por el recuerdo de quienes ostentan algún tipo de poder…

Somos aquellas sombras que vagan con aroma a humedad prohibida que deja el sudor de días y de noches en calles sin nombre ni destinos…callejones sin salidas…

Y sin embargo el terror que deja nuestra estela, son caminos sin retorno que atrapan almas taciturnas y sedientas de cuestionamientos,… escupiendo lascivas criticas en contra del orden establecido…la razón impuesta ..

Mil veces agradecida de ser maldita, mil veces…

Por que desde la maldición he nacido para crear, los cambios y las transformaciones de esta realidad….

Borracha con todos los pecados del mundo danzo, y fornico sobre tu altar donde yace el hijo que has de entregar para redimir los pecados humanos y divinos...Aquí comienza la tragedia….aquí donde nada tiene un final…