Te invento cada amanecer
cuando en plegaria se elevan mis manos.
Te busco en el vacío con la ayuda del viento
para recorrer tu rostro de espuma,
Con la yema de los dedos sin fronteras
recorro tus labios, adivino tu sonrisa,
me envuelvo en el aroma de tus besos
que un día preparaste para mi.
En la penumbra atrapo sueños invisibles
te reinvento al paso crepuscular de mis ojos,
me aferro a la agonía de la aurora,
para quedarme apretada a tu recuerdo.
Alicaicometa
03-09-2009.
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