No aprendimos a amar Mientras el viento nos caía encima, Ni cuando el rosal creció Bajo nuestros pies. Nos aprendimos a dejar Cuando las hileras de humo Se disiparon en el ocaso De las tardes aquellas de noviembre.
Texto agregado el 03-09-2009, y leído por 121 visitantes. (7 votos)