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Esta vida, esta vida, esta vida, siempre te repite con su constante resonancia de su existencia, segundo a segundo, paso a paso, cuando terminara? Sabes todo es claro cuando uno ya entiende de el por que de las cosas, el problema es que esos lapsos son tan momentáneos como el del caer de una hoja de un árbol. Otro día en esta universidad, pero esta vez todo pintaba con unos tintes distintos, algo como una melancolía densa que se postraba sobre el Quad, eran las seis de la mañana y esperaba sentado en la Union a que la gente saliera. No se que me dio por ir tan temprano ese día, tal vez una de esas corazonadas que destellan como rayo y te espantan el sueno, para luego tratar entre tantas cuestiones lograr comprender el significado de ese evento. Te digo, vida, vida, esta vida, tan corta y tan mal vivida. Momentos como este se mastican lento, y con sabor a menta endulzado con miel. Seria amor o tal vez solo una coincidencia? Siempre me había imaginado un lugar como este. Uno donde las nubes cubre el césped, y uno no comprende si esta dormido o solamente la naturaleza nos recuerda lo magnifica que es ella, deleitándonos con su magia, sobre todo en estos lugares donde todo es tan seco, hasta la misma gente. Este lugar donde tienes que buscar y no se nos da, como a los de Centro América, a su Machu Picchu, que habla y canta odas por si sola. Este lugar es de valientes, de la gente que explora donde todos los demás solo encuentran el deslice retornante de las olas. Un lugar donde existió alguna vez algo, mas ahora solo quedan las áridas pieles morenas, cubiertas de concreto frio tendido, expandiéndose cada vez más. Donde quedaron los naranjales? Donde quedaron los canalones llenos de agua? Te digo, este día fue solamente un lapso y sobre todo un salto del silencio inmortal triste y austero, a la melancolía de los inmortales, a la infinidad de la belleza. A que va todo esto? Bueno cabe recalcar que un día antes, había perdido fe en el “Amor”, como tantos, y como no! Digo, estamos en una mini ciudad de estudiantes deambulando entre las vías de los corredores entre islas de salones, barcas de imaginación, y aun así uno esta solo en kayak, solitario vagando entre mundo ajenos que deseamos con tanta ansía hacerlos nuestro. Es el colmo! Como puede ser que donde la tierra esta tan fértil, y la esperanza de fructificar de cualquier tipo de idea es inimaginable, venga a encontrarme con un desierto entre selvas, con una trastesa tan inmensa que hasta el mismo cosmos destella sus tiritos de brillo en el cielo, para alumbrarnos nuestras penas, para así despertar y crear. No! Nada, absolutamente nada, por más que intenta, nadie le pone intención, nadie le ponía atención, nadie le pondrá atención. Pero ese día, ese día, ah! Que vida! Siempre te traen tantos recuerdos, tantas carambolas de recuerdos, y sobre todo tantas respuestas a los anhelos puros y pasionales, como lo son esos, que emanan de los amores desatados. Estos edificios sumergidos entre ruidos de grillos, y una maleza clara como la leche cubriendo el suelo, caminar entre ella es caminar entre cielo. La espera fue tan placentera, que es la mejor perdida de tiempo en la que eh empeñado y jurado, no olvidar hasta el ultimo de mis días. No se si fue una alucinación de esas de hambre, ya saben la vida de estudiante es muy acribillada, pero ese “espectro” si le podremos decir que fue algo del inframundo, fue el mejor espectro y el combustible que me tiene como loco escribiendo estas demencias mentales a ustedes. Les digo, estaba esperando en The Unión, esperando la gente salir de sus comadrejas para que la maquinaria estudiantil prosiguiera con sus engranes a seguir subsistiendo en la realidad humana. Lastima que era demasiado temprano, pero mi espera fue de las mas gratas, observando como el sereno y la neblina alumbraban con fuego blanco mi paisaje y vista, la cual estaba dirigida hasta el otro lado del Quad, donde el edificio de Business. Entre sonambuleria, y medio despierto, con unos tragos de Yerba Mate para poder seguir apreciando tan bello paisaje, casi estilo Inglaterra, a lo lejos logro apreciar una sombra, más obscura que la madrugada. Se acercaba lentamente caminando por el pasillo que da al estacionamiento con rumbo ala estación de policía, y por donde interceptaba el caminito de concreto que dividía los cuatro cuadros del Quad. Atentamente y sin soltar la bombilla de mi Mate, y casi atónico por el simple echo de que a esta hora de alguna forma era ilógico que algún ser viviente pudiese andar por esos rumbos. Solamente yo, la luz mercurial que alumbra el quad, y la neblina me podían lógicamente acompañar, en mi madrugada de sonámbulo compulsivo. Pues esta sombra se acerca, lentamente con un tipo zarandeo que juraría en ese instante que eran unas caderas de algo, alguien o de una, Ella, mujer. Me estremezco por completo, mientras le pongo mas agua a mi taza con yerba mate, y sorbo ese sabor amargo que le da un latigazo a Morfeo que amenazaba cada vez mas a secuestrarme y tomarme como rehén. Como echo automático hago todo esto sin quitar ningún segundo mi vista de esta sombra seductora. Observando y esperando a que se fuera derecho hacia el final del camino. Justamente cuando esta sombra, a la cual ya le estaba agregando facciones humanas, zarandeo de caderas, y hasta ropa llega a donde esta el caminito de concreto que va directo hasta donde yo me encontraba tomándome el mate, The Union. Justamente ahí se detiene y prosigue con rumbo hacia mí. En ese instante el sudor soltó su colcha friolenta sobre mí, y mi cuerpo se arropo entre sus brazos, me aterre. El miedo era incontrolable pero mudo y frio. No sabia si pararme, mas me seria imposible estaba en un estado de shock intenso y sentía como poco a poco el alma se me iba y la temperatura corporal descendía lentamente hacia el vacio de donde van los muertos. Esa sombra seguía su camino entre nubes de neblina alumbrada cada vez más de esa luz mercurial que hacia guardia a mi demencia. Sorbía lentamente mi te, y la sombra cada vez tomaba mas cuerpo, pero nada de rostro, mas figura pero nada de detalle. Un cuerpo arropado entre tinieblas y un vestido negro, casi sin pies, y creo que hasta suspendida en el viento. En eso, cuando se acercaba hacia mí, un túnel negro se comía lentamente mi vista, y un temblor desplomaba poco a poco mi horizonte, se desplomaba la escuela, pero ella, seguía su camino. Un viento frio se desato en pleno duelo, de mi estar a no estar, de estar aquí observando todo el desplome y pelear hasta la muerte al no sucumbir a la maraña que se apoderaba de mi vista, quería seguir viéndola, tenia que seguir viéndola. Granito caía del techo de The Union, pero yo inerte, y ella zarandeando a los compas de un vals de la muerte. Sentía que no faltaba mucho para poder verla, tenia que verla, ella llegaría y vería su rostro, tocaría su cara, y volvería ese sentimiento al cual yo había dado por muerto, sepultado el día de ayer, el amor. Pero no, mi cuerpo sucumbió, mi mente exhausta, y cubierto de una mezcla de sudor con granito, el desplome de la escuela, todo. Todos esos factores me hicieron sucumbir al desplome de mis sentidos, todo se volvió obscuro con la maraña, y todo se desplomo frente mi cara conmigo en el. Creí no volver a despertar, di todo por el final total, me había ido con un sabor dulce de esta tierra, pensaba yo. Un chorro de agua sobre mi cara abruptamente y sin misericordia me arrancaron de mi “eterno sueno”, y un circulo de estudiantes me rodeaban, no mas noche, no mas neblina, temblor, pero sobre todo, y creo que eso fue lo que mas melancolía me dio fue, no mas mujer, ni caderas zarandeándose. La primer cosa que me preguntaron fue, que es lo que me había pasado? Y yo solamente les conteste, y mas por intuición que por lógica, “redescubrí el amor, y eso desploma hasta el concreto mas solido, desploma hasta el alma”, y sonreí, y todos se rieron. |
Texto agregado el 03-09-2009, y leído por 137 visitantes. (0 votos)
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