Salvaje el viento sopla,
el sauce gime, y sus hojas alegres se desparraman,
la mariposa que se desliza rápidamente,
se desvanece sola y transparente bajo el sol ardiente.
La primavera llega, revestida de diversos colores,
con su verde y jugoso néctar de miel
Y una nube perdida detrás del horizonte, traviesa
deja caer sus pequeñas gotas, acariciando mi piel.
Con su naturaleza inagotable de vida y color,
el sol brillante, se descuelga acunándome con sus rayos de caramelo.
Los verdes campos florecen, la tierra danza con sus duendes, dándole la bienvenida a cada vida, que trae la magia, con sus pimpollos abriéndose sensual y tiernamente, llenando de luz cada gota de vida, la música se precipita feroz, sobre el marco imponente de la belleza infinita que surca septiembre.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
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