Siempre me burlaba de los niños que creían en Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás, el gordo rojo, y tantos nombres que le dan, o la tradición gringa como le dice mi papá.
Mi papá siempre me dijo que Papá Noel nunca existió, que era una figura de marketing.-no hay un gordo en la faz de la tierra que pudiera caber por una chimenea, y que loco va tener una en nuestra calida ciudad, no sueñes hijo, son cuentos chinos- decía.
Siempre me preguntaba: ¿Por qué metió a lo chinos en esto? ¿No que era cosa de gringos? ¿Y que quiere decir marketing?
Con los dudosos consejos que me dio mi querido padre iba a la escuela, gritando a los cuatro vientos que Papá Noel no existía, solo era un gringo gordo que se inventaban los chinos mentirosos, solo eso.
Algunos compañeritos me decían con sus ojos vidriosos que si existía, que venia en su trineo y dejaba regalos por todo el mundo justo a media noche, también vestía de rojo, tenía una barba larga y blanca y una resplandeciente sonrisa. Me dejaron dudas.
Llego noche buena, toda mi familia estaba reunida, cantábamos villancicos, compartíamos regalos, que por cierto no los compró Papa Noel, los compró mi papá con su aguinaldo ¿o Papá Noel le presto dinero a mi papá para que compre? Tenia que averiguar esa misma noche…
La cena exquisita, la velada con la familia inolvidable y no podría olvidar el camión tonka que me regalaron, justo el que quería, bueno yo lo prefería verde pero que mas da.
Esa noche me quede despierto, esperando al susodicho gordo; si venia me traería más regalos, y si no, mi papá tendría razón y yo también en la escuela, de todas formas salía ganando.
Ya eran las dos de la mañana, ya no aguantaba el sueño, rendido me dirigía a mi cuarto, y de pronto la ventana de la sala se abrió, me agazapé detrás del sillón, era él, un hombre grande, no parecía gringo, y si lo era estaba muy bronceado. También vestía de rojo, la barba se notaba que no era de él, era un pedazo sucio de algodón, la suya era negra. Sacó un costal rojo y grande, pero estaba vacío, fue al cuarto de mis padres, al rato volvió y empezó a guardar el televisor, los cuadros y todas las cosas de valor en el costal rojo, yo dije que mi papá le debía dinero al Papá Noel y el se estaba cobrando, no sé. Después se dirigió a mi cuarto, pendiente de ello me di cuenta que se llevaba todos mis juguetes, hasta el camión tonka, que gordo hijo de…
Cuando ya estaba por irse, con el saco lleno, me encontró detrás del sillón, nervioso me dijo- JO JO JO feliz navidad- y salio por la ventana.
¿Eso era Papa Noel? Todo decepcionado me dirigí hacia le cuarto de mis padres, para decirle lo que había sucedido, cuando llegue, mi madre estaba amarrada y amordazada en una silla y de la misma forma mi padre en la cama, le quite la media de la boca y le dije- ves papá, existe ese gringo, no debiste haberte prestado dinero de el- sus ojos se enrojecieron y el me dijo-¡cállate Daniel y desátame!
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