"... y solo cuando hayáis renegado de él Zaratustra volverá entre vosotros"
-"Así habló Zaratustra"- F. Nietzsche

Mientras escucho una canción a las antípodas de la letra de aquella en la que pienso, reflexiono sobre el texto. Dice "volver con la frente marchita", aunque en un perdiodo tan corto no ha tenido tiempo mi frente de marchitarse, y es un volver diferente, es un volver al poco para volver mucho mas tarde y ver que todo a cambiado. Un volver del haber vuelto. Volver para marcharme.
Dentro de poco estaré tomando un avión, cuando menos me lo espere habrá pasado el mes y estaré tomando otro. Alli encontraré gente nueva entre nueva en los resquicios de los que ya se han ido. Pero oliendo el perfume de las flores que quedan. Luego tocará la despedida y entonces ... entonces una vida nueva en mi antiguo lugar, entonces volver con la frente marchita.
Resulta cuanto menos interesante los sentimientos que te producen ciertos lugares. Podría crearse un mapa de los sentimientos humanos describiendo las sensaciones que un mismo lugar provoca en diferentes personas en función del momento.
Pensemos en una función. (no es que yo quiera tratar los sentimientos humanos desde una perspectiva reductiva y matemática, entiendase, solo estoy jugando con la imaginación y mezclando métodos). La constante, el eje Y es el lugar. La variable, el eje X es el tiempo (como no). No. Creo que no estoy captando bien el sentido de lo que quería decir. Hagamos con esta función y digamos de ella lo que dijo el señor Keeting sobre la función del doctor Evans Pritchard para medir la poesía; "es basura". Ciertamente no se puede medir, y no lo consigo aún intentádolo como juego, este tipo de cosas. No me llevéis la contraria. O mejor, llevádmela y llegad a la contradicción que rechaza la postura. Así rollo socrático.
Pues nada, ahí os dejo pensándola o criticando mi falta de rigor...