Varón: No es tu voz la que convoca a la bacanal de mis sentidos, sino ese cascabel que prende de tu sexo. Libídine se llama la bóveda que asoma por tu boca. Abres la puerta, me muestras tus lirios y cerezos más dóciles. Te haces flor; oscuridad. Y del cántaro sin luz bebo la leche de los ríos, cadencia de peces de ámbar.
Texto agregado el 01-09-2009, y leído por 283 visitantes. (13 votos)