había perdido todos mis cuentos, poemas y novelas... estaban dentro de mi computadora, y esta había sido robada en no mas de tres días... no podía escribir, pero, esta noche fue diferente. tenía ganas de decir algo, algo que valiera la pena contar... me levanté de la mesa y fui directo hacia el espejo, oriné y luego me dieron ganas de lavarme las manos. mientras lo hacía, me miré al espejo y me rei de mi cara. de pronto, mis ojos empezaron a llorar sin permiso. me dije qué ocurre, cuando desde el espejo vi que mi propia imagen decía que no me inmiscuyera en su vida, al menos en el espejo... enloquezco, pensé. cerré los ojos cuando escuche una voz, mas bien, una pregunta: ¿cuál es el sabor de la vida?... ¡ah!, grité cuando la imagen en el espejo se reía de mí... salí del cuarto y me eché en la cama. de pronto un sabor a mí mismo, empezó a fluir de mi ser interno. cogí un pañuelo y me lo puse en la lengua, luego, miré... una mancha se expandía por la tela, era una imagen que lentamente tomaba forma y color... cuando todo se hizo claro vi una imágen nunca antes vista. era un hermoso rostro, amigable y lleno de amor... sonreía y al instante me hizo un guiño, amigable y gracioso. me gustó el sabor de la vida, tenía todos los mas bellos sabores que imaginé y mas... como el del mismo Dios...
san Isidro, agosto de 2009
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