Mira, caen gotas del cielo, brillantes y hermosas.
Contestó con dulzura y pasión
-No son gotas, son diamantes que caen de sus ojos
-Está triste porque no estoy a su lado.
Agarró el arma y solamente se escuchó PUM y dejó de llover.
Texto agregado el 30-08-2009, y leído por 209
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