LA LAVADORA NO FUNCIONA…
Cuando llegó tan orgulloso con una lavadora automática, supe que no resultaría….. era usada y la habían desechado por vieja, y se lo dije, pero me acusó de ser una mal agradecida, le dije que no comprara cosas usadas, porque era un gasto inútil, pero él insistió, me recalcó el ser mal agradecida, y además soberbia.
Vi su entusiasmo al instalarla, vi su orgullo al tener una automática en casa, y su alegría por el magnifico negocio, sólo le habían cobrado diez mil pesos. Era el negocio del año, total los rusos de al lado son ricos y cambian de lavadora solo porque está pasada de moda, eso dijo mas de una vez, yo no dije nada, solo observé con calma y traté de compartir la alegría, rogando que tuviera razón, dos años sin lavadora era suficiente para desear que todo estuviera bien, además sería la primera lavadora automática de mi vida.
Fue una tarde eterna, recuerdo que intentaba hacerla funcionar, pero se dilataba el momento por cualquier razón, yo no quería insistir con el tema, así que lo deje solo para que se pudiera concentrar con la instalación del artefacto, al rato me llamó mostrándome lo equivocada que estaba, la lavadora estaba funcionando, giraba y giraba con una carga de ropa que él mismo había seleccionado del tambor que rebalsaba a simple vista, me alegré mucho y sentí entusiasmo, se retiró satisfecho de su compra y de la instalación a seguir con sus actividades acostumbradas, su trabajo, mientras en el baño la lavadora seguía su eterno girar.
Pasó mucho rato y llamo mi atención que no descargaba el agua ni cambiaba la frecuencia de su girar así que lo llame, al inspeccionar, me dijo que estaba todo bien y volvió a sus quehaceres pero nada cambió, siguió girando sin expulsar agua, sin cambiar el ritmo y volví a decirle, pues ya me asustaba, esta ves me retó, me dijo alharaca, ni siquiera fue a verla.
Observé por algunos minutos su rostro contrariado, y me fui al baño a ver qué podía hacer con el problema que tenia en ese momento, la examiné, y trate de leer en las desgastadas teclas las funciones, intentando encontrar un stop. Fue inútil, así que simplemente la desenchufé.
En ese minuto él entro y me miró en forma muy desafiante, la volvió a enchufar y se puso a mover todo lo que pudo encontrar, luego se acordó de lo principal, el catalogo, su rostro volvió a la vida y yo pude respirar con algo de tranquilidad, había esperanzas de terminar bien el día. Llegó con el catalogo, pero éste estaba en ruso…….todo igual. Y la lavadora con una carga de ropa y llena de agua sucia.
En un forcejeo con la pobre máquina se abrió la puerta y el agua empezó a correr por el baño mientras intentábamos evitar que se mojara el resto de la casa, de pronto simplemente se detuvo dejando que todo se inundara, y como si estuviese hipnotizado lo vi avanzar hacia el dormitorio, cogió un bolso y empezó a echar ropa, lo seguí y observé en silencio, no supe que decir, me miraba con un odio que no podría describir, me animé y le pedí que no se fuera, pero solo me dijo que no soportaba mi mal genio, mi soberbia, mi egoísmo, que estaba harto, lo vi caminar con el bolso al hombro hacia la puerta y le pregunte si estaba seguro, me miró con una mezcla de odio y asco y no dijo nada, simplemente salió de la casa mientras yo me senté en una mesita al lado de la puerta, vi como se alejaba sin voltear, mientras los latidos de mis cuatro meses de embarazo llegaron hasta mi garganta y mis manos intentaron acunarlo como para evitar que se entere de lo que estaba pasando.
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