Alguna vez soñaste que descansabas sobre tu cama en absoluta tranquilidad, y de pronto un gato negro entraba suavemente por la puerta. Y tú te quedabas inmóvil. Caminaba hasta ti, subía a tu cama y tú inmóvil. Se paraba frente a ti, rostro con rostro, y clavaba sus ojos brillantes y rojos en los tuyos, y tú empezabas a escuchar gritos espantosos en tu mente. Inmóvil. Finalmente despertabas con una expresión de terror en tu rostro bañado en sudor?
Yo sí, muchas veces, durante muchos años.
Alguna vez soñaste que a lo lejos venia un tren. Y tú te encontrabas en su camino, así que te movías para salir de este, pero el, aun a lo lejos, giraba para seguir apuntando hacia ti. Así que de nuevo corrías, en otra dirección. Pero él, cada vez mas cerca, giraba apuntando siempre hacia ti, viéndolo tan cerca empezabas a correr desesperadamente mas nada servía. Él se acercaba endiabladamente. Sentías la desesperación, la locura, el fin. Y ya cuando el frente del tren mordía tu espalda despertabas, con una expresión de terror en tu rostro bañado en sudor?
Yo sí, muchas veces, durante muchos años.
Alguna vez soñaste que andabas con alguien, tu padre, tu hermana, tu madre, pero algo te hacia girar suavemente tu cabeza en otra dirección, y al regresarla rápidamente para mirar a tu familiar, no había nadie. Con desesperación corrías hacia la dirección que creías sería la mas probable para encontrarlo, pero no veías nada. Corrías más, entrabas a las tiendas, preguntabas a la gente, nada servía, te preguntabas por el, por ti, de pronto ya no podías correr, tus pies se hacían pesados, y te quedabas inmóvil, con ira. Y despertabas con malgenio, odiando el momento en que en ese sueño se te dio por girar la cabeza, y te preguntas que habría pasado si hubieras encontrado a tu familiar?
Yo si, muchas veces, durante muchos años.
Mucho tiempo después, cuando de esos sueños pensé que solo quedaba el recuerdo. Pensé entonces en todo lo que me hiciste tú. En como jugaste con migo, jugaste con mi voluntad y mis fuerzas, destruiste mi vida y las personas con quienes vivía. Con la excusa del amor destruiste mi existencia. Banalidad fue haberte prestado atención. Entonces ahora pienso que, si los sueños repetitivos pueden ser la premonición de algo, siempre hubo una advertencia divina acerca de ti. Estaba predestinado que no podría escapar. Y entonces no me culpo mas.
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