En una noche de luna, dos enamorados se besan apasionadamente. El, un caballero de mas edad, no digo que sea un abuelo, pero era cuarentón, delgado y provenía de buena familia. Eleazar era su nombre.
Esa noche, hacía el amor con una joven campesina llamada Teresita, que era menor que su amante, se conocieron en un fundo, ella era empleada, y no sospechaba que su patrón Eleazar fijaba sus ojos en ella, para satisfacer sus ocultos deseos.
Una mañana, Eleazar contemplaba a Teresita, el le decía que la ama, y ella pensó que estaba bromeando, se reía y no le hacía caso.
La enfermiza obsesión por la joven, fue tal que se olvidó por completo, de sus deberes de patrón, esposo y padre de familia, y aprovechaba que su esposa dormía, para salír de su casa adonde Teresita vivía.
Entró por la ventana y al acercarse a ella, Teresita no podía dormir, prende la luz y se puso a gritar como una loca, al ver a su patrón desnudo en su cama.
¡Pobre Eleazar¡, ¡Que susto se llevó¡. Cayó muerto de un ataque cardíaco, de la pura impresión ¡Dulce castigo para un "viejo verde" rural¡. |