No hay luz sin oscuridad.
Hay un abismo entre el bien y el mal.
Una delgada línea entre el infierno
y el paraíso terrenal.
Pequeños destellos de alegría,
Bombardeados de melancolía.
Corren ríos de luna.
La paz se niega a aparecer.
Milagros encarnados en Cristo,
Ante el infortunio.
El tunel del tiempo
devora instintos y pecados.
Jinetes negros cabalgan entre tumbas.
Trompetas sueñan del lado del sol.
La muerte sostiene una puerta,
Tal vez la entrada al infierno.
Sueños corres despavoridos,
Lágrimas ruedan,
Corazones envueltos en llanto,
Poetas de ningún lugar,
Pesadillas eternas que se revelan,
Alcohólicos y drogadictos sin luz,
Y un extraño más,
Lejos del corazón de Dios,
Espera encontrar el manto azul.