y se pierde tus días en vasos de alcohol, penas y disentimientos, orgías cálidas en las mañanas, ganas de nada, de no levantarse ni para respirar... ... Y mirar el cielo por delirio, por simple hecho de sonreírle al desamparo, ahí estás, ahí estoy, rezandole a un dios inexistente.
Texto agregado el 26-08-2009, y leído por 98 visitantes. (4 votos)