Cuántas veces el mundo pidió mi ayuda y no contesté;
Cuántas lágrimas, cuántos gritos se escucharon y quedé inmovilizado ante el horror.
Cuánto tiempo aguardé a que mi cobardía me cubriera, grano a grano, hasta formar una duna en medio de un desierto…de vergüenza.
Supe de las vidas perdidas injustamente, del amor truncado, de la alegría no consumada…y no hice nada.
Sólo tengo esta vida…y empiezo a pensar que el tiempo hará justicia en su macabro juego antes de que yo mueva ficha para desprenderme de mi miseria.
Texto agregado el 26-08-2009, y leído por 71
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