Cuántos kilometros he recorrido para, al fin, encontrarte
Cuánta casualidad fue necesaria para que tu sonrisa se asome a mi vida.
Pero no pude encontrar las palabras, ni pude encontrar el momento.
Y corriste como el agua, como jugando tu pelo entre mis dedos,
Cómo el agua de un pequeño canal, tu risa cristalina llegaba a mis oidos,
En mi piel tus manos suaves cual besos sin rozarme tus labios.
Tu cuerpo tan distinto, tan hermoso, tan ligero se arremolinó junto al mío,
Y entonces fue demasiado tarde, estaba atrapada sin red, sin pelear simplemente atrapada en esa imagen, en esos ojos contemplando el más hermoso atardecer.
Cual si aún fuéramos niños, suaves caricias cual pétalos cayendo arrullados por el húmedo viento del mar.
Demasiado tarde tengo tu sonrisa y tu dulzura impregnada en la piel .
Tal vez me arrepienta toda la vida, tal vez agradezca toda la vida por aquella coincidencia….
Tal vez agún día se repita, o tal vez algún día pueda volver a contemplar otro atardecer sin mi pensamiento lleno de vos.