Existe en tu eterna mirada un reflejo a contraluz
que devela el misterio ancestral de tu alma encantada
en el crepitar de tu cuerpo vestido de plenilunio
atrapando y adornándose con su fulgor;
sus frunces, surcos hilados, destellos sublimes de plata.
Anuente mi cuerpo ante el fragante aroma de tu piel
que se torna y matiza de hechicera alma melada
tergiversada esencia por el taciturno álgido;
conjuro que aceptas sin aversión
en el devenir sempiterno de sus gráciles susurros.
En vilo...
ensimismado se postra mi ser ante tu presencia
vetustos sentimientos a mi vera
bagaje de silencio estridente
soledad al hombro que languidece inerte.
deseos febriles de ocupar la boca con el beso placentero.
Dulces quimeras
¿acaso el amor genuino se encuentra lejos del soñar vehemente?
Impávido ante saetas evanescentes llenas de oprobio,
asechan displicentes, oscuras cual su natura herrumbrosa
arengando sortilegios del lúgubre acontecer nocturno
tratando de bifurcar mi deseo en su etéreo rumiar iracundo.
Bajo tus alas resarcirán las injurias
curarán las heridas
se olvidarán las penas;
tu piedad colmará mis ganas,
conducirás mis pasos indómitos por jadeantes senderos;
hoy vacilan indecisos ante la incertidumbre de la disyuntiva
languidecen y se aletargan por el miedo de la inmolación.
Y me viene encima la ilusión inerte...
sigiloso esparzo las runas,
larga condena recibirá quien siembra
para cosechar tempestades;
a través de tu velo expiarán los agravios
la provocación destructiva
los hechos indignos;
no es lo mismo el ulular del fuego
que estar contemplando a la luna
embelesada con arrumacos y mieles
entregados en actos de lujuria, libido y pasión…
Si tuviera tan sólo la fuerza de la voluntad otrora
detenerte, hacerte el amor en un segundo, lentamente,
podría dejar de andar por vericuetos de penumbra,
sonreír y pronunciar francófonas frases a tu encuentro.
Aún no sabemos cuál es el sentimiento que agobia nuestras almas,
¿Y si no es más que la necesidad humana de irnos a la cama?
¿Cómo pude creer que las estrellas fugaces se alcanzaban?
Una soledad más otra no son compañía;
corazón... cúmulo de sueños,
Mi cuerpo, autómata indolente
que adormece ante la certeza de la muerte.
Busco recuperar tiempos perdidos,
deseos difuminados al gélido soplo de soles apagados
que eternizan el sueño del milagro incumplido.
Hoy tengo las ganas cansadas
quedaron mis arcanos dormidos;
hoy las estrellas son pocas
el sol me quedó chico,
mis alas volvieron rotas;
quiero cerrar los ojos y que me invada el olvido.
¿Quién pudiera plasmar meticulosos poemas?
¿escribir versos perfectos sin efímeras palabras?
Vivir puedo con cicatrices
pero sin corazón…
Ni intentarlo siquiera.
¿Cómo hacen las almas? ¿Cómo apago estas ganas?
Este pabilo en mi interior
que arde en deseos lascivos de pasión,
poseer tu silueta desnuda
y sentir tu respiración
entrecortada.
Acequias de almíbar, ojos melados de sueños,
deseos febriles que languidecen ya marchitos
por una dulce quimera olvidada
punto
Alejandrornelas
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