Son arpegios que rememoran la libertad obtenida en nuestra primera Independencia, también es la vibración marcial que nos dice no descuidar el presente y el porvenir, nuestro himno es la voz de la patria, es como el latido del corazón en cada parte de nuestro territorio y fuera de ella, transformado en estrofas y melodías, al son de sus acordes, el alma de todos los Peruanos se unifica, y en la mente discurren las visiones siempre queridas del hogar, del mar y sus olas deshaciéndose en sus playas, el beso del ser amado, las tumbas de los seres queridos, el trino de las aves alrededor de los árboles, nuestra sierra, el olor de la tierra humedecida por la lluvia, en los amigos, en la fauna de la montaña y el rió, en la exuberante selva y la flora que la habita, que tardaran muchos años en catalogar.


Es la voz del sumo creador, que entre versos nos dice, no te acunes peruano pensando en tu riqueza potencial, porque no es el suelo el que da la riqueza a un pueblo sino el trabajo personal, que llene tu bolsa y no la del extranjero.


Forja tu devenir Perú, educa a tus niños y jóvenes, selecciona tus lideres y deshazte de tanto traidor vende patria, tanto corrupto, tantos maricas y putas.


El clan, los parias, la tribu, no tienen himno ni bandera, pues solo son un embrión de nacionalidad.