Lo sabía, de siempre, de algunas veces, de una que otra pesadilla...sin embargo, seguí.
Así como empezó, acabó, rápido.
Lo sabía, lo había vivido, llorado, sufrido, reclamado.
Pero, ahí, como si nada, como todo, apareciste tu y dejaste todo mi pasado atrás, todos los "yo sé" murieron.
Ahora, que no estás, que no estoy, resucitamos lo que fue y rematamos lo nuestro.
Hubo amor, de ese que parecía no ser suficiente. Corrí, volví, me llevaste en tus brazos, corrí, volví, me llevaste en tu espalda...Corriste, ahí todo se tornó gris.
Aunque entiendo por qué, no comprendo la injusticia de los orgullos, la cobardía que tanto aborrecíamos y el adiós que nunca pensamos sería así.
Acabó. Un momento, dos palabras y un fin eterno, como algunos otros que he vivido. |