Y vas por ahí arañando pedazos de una torta que no te pertenece, que parece se desvanece, de borona en la nada.
E aquí la economía, un trono que se desploma, un globo que se infla y desinfla, un dominio que se entrega y se recibe en el mercado, en las plazas, en la calle, en el trasporte.
Existen trampas para el resbaladizo y esquivo dinero. Yugo impuesto que si has de sobrevivir debes de agarrar, y dejar que te azote con todo su brío, esclavos somos del metal, del papel, de la cuota y del crédito, para eso te haces profesional, para ello sales a batallar, y si no?.
Y si el mundo es una carreta sin chofer desbocado por el libre parecer, eres loco o te sumerges en el underworld de la mendicidad, fumanchero o bohemio, enchutado hasta los huesos para aguantar la inanición a falta de un bocado, peor no hay metal con que joder, a puñaladas ahí que ganarse el pan de coger…
Y que me importa yo estudie, para eso trabajo, logré estrato y reconocimiento, hay de aquellos que no tuvieron oportunidad, no es mía culpa.
-es la indiferencia - el castigo de un mundo materialista, egoísta y pendenciero donde se impone la ley del que mas tiene, de salir a rebuscar el peso, sea como sea, mas pesa la moneda que la vida, y en la crisis todo vale, sea moral o no, seas ético o no, ejercer por ejercer, por ganar es lo que importa, es mi semejante una figura para explotar, joder y no ser jodido, la ley del talión-no hay perdón.
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