Relato de una muerte
Estaba recostado en mi cama pronto para dormir y dejando el libro sobre la mesa de luz, apague la lampara y me apronte para dormirme en ese momento me invadió una sensación de pánico, una sensación de miedo y un dolor profundo.
Tan rápido como vino el dolor se fue, perdí el miedo y todo quedo en un profundo silencio, ni las agujas del reloj, ni el aire de mi ventilador, ni si quiera escuchaba los latidos de mi corazón, Ya no sentía calor, frío, miedo, hambre, nada de nada.
La vi en la ventana era una mujer vestida de negro que me llamaba haciéndome una seña con el dedo índice, yo me levante de la cama ya sin el miedo que antes hubiera sentido y me dirigí hacia ella.
En el momento en el que llega a su lado sentí como si estuviera volando, me invadió una completa oscuridad por unos minutos pero tan rápido como vino, la completa oscuridad desapareció y una pequeña luz azul permito ver donde me encontraba, ya no era mi habitación si no un lugar donde no habia nada salvo un enfrentamiento de emociones.
Cuando dirigí mis ojos hacia arriba sentí una alegría inmensa, una paz, sentí ganas de ir hacia arriba pero cuando vi hacia abajo enseguida me invadió una pena y un dolor terrible que me hizo llorar.
Entonces recordé a la bella mujer que me habia traido a este lugar, la busque desesperadamente con la mirada pero no se encontraba en ningún lado. Vino, me atrajo hacia este lugar y desapareció.
En un rincón habia alguien, estaba seguro. me acerque mas a esa esquina y vi a un anciano, este se acerco a mi y me observaba fijamente.
No, mas que observarme sentía como si me estuviera analizando, juzgando, sentía que estaba en mi mente. Entonces me invadió por primera ves desde que estaba en mi habitación el miedo.
Un miedo terrible, el anciano me juzgo durante horas, no se cuanto tiempo paso, pero finalmente bajo la mirada y de nuevo me invadió la oscuridad, el suelo desapareció a mis pies y caí por un precipicio inmenso, intentaba gritar pero no podía, finalmente caí en un suelo, donde lo único que quería era llorar, ese lugar iba a ser mi hogar a partir de ese momento, como consecuencia de los pecados que habia cometido. Ahora me encontraba en el peor de los lugares.
Lamente todo los errores cometidos en vida y finalmente comprendí donde me encontraba y que estaba haciendo en ese lugar del cual nunca mas saldría.
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