Para que me recuerdes Voy a pintar tus canas con la ternura de mis manos, dibujaré la mujer ideal en tus pupilas, coseré con invisibles hilos la sombra de mi cuerpo en tu memoria, en las puntas de tus dedos impregnaré mi olor. Danzaré desnuda en tus pestañas, llenaré con besos tu vacío y allá, donde no esperes encontrarme, estaré. Me mudaré a tu agenda convirtiéndola en isla. Bajo las palmares de una playa desierta te haré un lecho de algas. cantaré tu canción. Cuando sientas miedo en la soledad te invitaré a escapar por las caracolas que musitando versos te llevaran a mí. Para que me recuerdes robaré tu pluma preferida, cambiaré tinta por sangre, así, mientras escribas, no harás más que pintarme. Habitará en su punta una mujer que amó tu soledad. Para que me recuerdes dejaré la lágrima que no llegó a salir, te rasgaré la piel, te vestiré con llanto, sembraré con hierbas aromáticas tus manos y dejaré mi olor zumbando en tu nariz. Para que me recuerdes haré cosas de nunca: subastaré mi cuerpo poniéndole el precio Que no podrás pagar. Haré magia en tu sexo un chiste, una canción no tendré que hacer nada porque así de simple me vas a recordar.

Nancy Galano Stivens Poemario: Mi octava costilla